Academia de Teología Reformada

31 de octubre de 2011

Academia de Teología Reformada


En el siglo XVI, para la consolidación y avance del movimiento de Reforma de la iglesia iniciado por Lutero, nacieron en Suiza las primeras escuelas para la formación de pastores, las cuales recibieron el nombre de Academia. En el año 1537, se fundó la Academia de Lausana, que tendría el liderazgo destacados de hombres como Pierre Viret o Teodoro de Beza. Esta Academia de Lausana estuvo en funcionamiento durante veinte años. Posteriormente, en 1559, el reformador Juan Calvino fundó la célebre Academia de Ginebra. Esta Academia tendría un papel fundamental para la plantación de más de dos mil congregaciones reformadas en Francia en tan sólo siete años, entre 1555 y 1562. El avance de la Reforma en Francia aparecía entonces imparable y sólo se pudo neutralizar con el recurso, por parte de la monarquía francesa, a la persecución y violencia.

Han pasado ya 450 años de ello, y la Reforma, en Francia pero también en todos los demás países en los que sí que triunfó, ha sido neutralizada por un enemigo mucho peor que la persecución y la violencia, a saber, la incredulidad, el racionalismo, la pérdida del mensaje del Evangelio. En una palabra, el liberalismo protestante.

En España, mientras tanto, nos hemos quedado prácticamente huérfanos de un verdadero movimiento de Reforma. No fue posible tenerlo en su día, en el siglo XVI (por la Inquisición y otros motivos), y hoy en día tenemos protestantismo evangélico, sí, pero apenas interesado en la Reforma.

La Academia de Teología Reformada nace de la visión de recuperar el espíritu original de estos primeros centros de enseñanza reformados. Es por esta razón que retoma el mismo nombre que ellos tuvieron, el de “Academia”.

El llamamiento de la Academia de Teología Reformada es crear un seminario que esté destinado también al avance y consolidación de la Reforma protestante en España y demás países de habla en español. Dicho de manera simple, la Academia de Teología Reformada quiere formar a los siervos que puedan liderar una verdadera Reforma en nuestros tiempos.

La vocación de la Academia de Teología Reformada es, principalmente, la formación de pastores para la plantación de nuevas iglesias de la Reforma. También quiere ofrecer sus cursos a hermanos de otros ámbitos evangélicos que tengan interés en descubrir o conocer más en profundidad la fe reformada.   

La Academia de Teología Reformada quiere estar resueltamente arraigada, tanto doctrinal como espiritualmente, en la Reforma protestante de los siglos XVI y XVII. Estos son los distintivos de la enseñanza de la Academia de Teología Reformada:

1) Enseñanza teológica reformada confesional, íntegramente basada en la Confesión y los Catecismos Mayor y Menor de Westminster (1647). La Academia pretende recuperar plenamente la enseñanza reformada clásica en disciplinas como Teología Sistemática o Ética.

2) Fuerte hincapié en las lenguas bíblicas (hebreo y griego), de manera que los estudiantes, al acabar el ciclo de estudios, hayan alcanzado un grado de excelencia en el conocimiento y empleo de las mismas.

3) Fuerte hincapié también en todas las materias de preparación para el ministerio (Teología Práctica), con un fuerte acento en la evangelización e implantación de nuevas iglesias reformadas.

Es por esta última razón, por la que la Academia de Teología Reformada quiere establecer un plan de estudios a dos niveles: el primero destinado a candidatos al ministerio (que obtendría el grado de Licenciatura en Teología) y un nivel adaptado para creyentes interesados en conocer algunas materias teológicas en particular.

Por último, queremos decir que la Academia de Teología Reformada nace de la resolución de servir al Señor con la medida de nuestras capacidades. Nuestro mayor anhelo es llegar a ser un seminario que se pueda llegar a equiparar a los seminarios reformados confesionales más importantes, y que pueda impartir asimismo títulos de post-grado. Pero somos conscientes que para conseguirlo todavía nos queda un camino que recorrer. Queremos proponeros que lo hagamos juntos, que crezcamos juntos en el servicio del Señor, porque estamos convencidos de que, con la ayuda de Dios Omnipotente, no sólo será posible hacer un gran seminario reformado, sino más aún, poder ver el advenimiento en nuestros días de una verdadera Reforma en nuestros países de habla en español.

Soli Deo Gloria. 

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